¿ALGUNA VEZ HAS PENSADO QUE DICIEMBRE PUEDE SER UN MES PARA CREAR UN ENTORNO MARAVILLOSO Y PENSAR EN LO QUE REALMENTE QUIERES PARA TI?
Anoche me conecté a una reunión por Zoom con mi gran mentora, la tanatóloga Ibeth, y su mensaje me hizo reflexionar profundamente. El título de su programa fue: “Antes de que llegue diciembre”, y comprendí que muchos de nosotros vivimos tan de prisa y bajo tanto estrés, que no nos damos cuenta de cómo el mes de diciembre despierta distintas emociones.
Caí en cuenta de que, la mayoría de las veces, lo que nos inquieta no es el mes en sí, sino el cúmulo de compromisos económicos y sociales que creemos “indispensables” para compartir un breve momento con nuestros seres queridos. Por eso valoré tanto lo que ella compartió: cada 27 de noviembre, en Estados Unidos, se dedica un día solo para agradecer por todo, incluyendo lo bueno, lo malo, las alegrías, las tristezas, los recuerdos, las expectativas, las depresiones, los momentos de ansiedad, los nuevos proyectos y hasta los fracasos.
Creo que es necesario replantear el control de esos disparadores emocionales que este mes activa en cada uno de nosotros. ¿Sabías que el amor también se mide en estabilidad emocional? Por eso es tan importante abrazarnos con el alma, agradecer de corazón y hacerlo antes de que comience el caos decembrino.
Mi mentora recomendaba que todo aquello que nos acerque a un ambiente más amoroso con nosotros mismos puede ser tan simple como dedicar, al menos una vez al año, un día entero a agradecer, tal como lo hacen nuestros vecinos del norte. Lo que nutre tu existencia merece ser adoptado, venga de donde venga.
En mi opinión, estoy completamente de acuerdo. Para lograrlo, ella nos propuso los siguientes pasos:
1. ANTICIPA LO QUE SIENTES:
Es indispensable hablar con tu familia y expresar por qué quizá ya no quieres repetir ciertas dinámicas. No debe pesarte decir “no más”, para que la fecha no se convierta en una carga en lugar de un disfrute.
2. DEFINE TUS LÍMITES:
Ten claridad sobre lo que sí quieres, lo que no quieres y, sobre todo, lo que ya no estás dispuesto a permitir.
3. HABLA CON TU FAMILIA:
Cuando las emociones se expresan, dejan de convertirse en peso.
4. SIMPLIFICA:
Aprende a identificar qué te genera estrés y libérate de ello.
5. HONRA LAS AUSENCIAS:
La nostalgia no es ausencia, es presencia. Puedes recordar a quienes ya no están mediante pequeños rituales que honren su memoria.
6. CREA TU PROPIO RITUAL:
Toma conciencia de lo que deseas para ti: paz, alegría, pausa, límites sanos, tiempo a solas, amor propio, etc.
Te invito a que el próximo mes valores lo que no es material, que abraces sin prisa, que atesores a las personas que están a tu alrededor; que cantes, bailes y disfrutes los pequeños momentos que te hacen vivir sin límites. Regálate la libertad de ser tú sin temor al qué dirán. Se trata de sentirte mejor y que no quede pendiente ese “yo quería”.
Consentirte es una buena idea: incluso con cansancio, puede sos
tenerte.
Con cariño,
Tu asesora de confianza
C.P.T. Kenia Chilaca S&C
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